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Derechos y Deberes del Cuidador

Los cuidadores no profesionales de personas dependientes suponen un capital social de enorme importancia. Gracias a ellos, en España más de 1.500.000 personas en situación de dependencia o con discapacidades reciben ayuda para poder satisfacer sus necesidades y realizar las actividades que necesitan realizarse.


Este capital social que suponen los cuidadores, permite que estas personas en dependencia puedan disfrutar de un nivel de vida adecuado y que puedan disfrutar de derechos ampliamente extendidos como son el derecho a la salud, a condiciones de vida dignas, el de participación social, etc. Con ello, podemos decir que los cuidadores son una parte fundamental de nuestra estructura social y un valor significativo para el adecuado funcionamiento de nuestro sistema social.


La llamada Ley de Dependencia reconoce el importante papel que suponen los cuidadores tanto en su texto como en los servicios y prestaciones que establece. De este modo el cuidador recibe un salario por sus labores de cuidado así como mayores apoyos en la forma de servicios sociales y sanitarios para cuidar al familiar en mejores condiciones y con mayores garantías de calidad.


Sin embargo, a pesar de las novedades que en materia de servicios y prestaciones que incorpora la Ley de Dependencia y el aumento en el número de servicios dirigidos a los cuidadores desde otros ámbitos distintos al público, el mayor apoyo del que pueden disfrutar los cuidadores es el de ellos mismos.

 

Ley de Dependencia

En diciembre del año 2006, las Cortes Españolas aprobaron la Ley de promoción de la autonomía personal y la atención de las personas en situación de dependencia, conocida como Ley de Dependencia.


Mediante la creación de un sistema de alcance nacional, esta Ley reconoce el derecho a los ciudadanos a la atención de las necesidades derivadas de una situación de dependencia bajo un contexto de promoción de la autonomía de cada usuario del sistema.


Con la Ley de Dependencia se instaura el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que articula el funcionamiento del sistema en territorio nacional y estandariza la protección ante la dependencia que prestan las Comunidades Autónomas bajo este mismo sistema.


El Sistema, comprende un catálogo de servicios y prestaciones que serán provistos a los beneficiarios en función de su situación de dependencia (grado de intensidad de la situación de dependencia). Para ello, debe existir una valoración de dicho grado, así como de las circunstancias sanitarias, sociales y económicas, de forma que se puedan determinar las necesidades de la persona con dependencia.


De este modo, si los solicitantes se encuentran dentro de los parámetros fijados para el acceso al sistema, se elaborará el Plan Individualizado de Atención, que establecerá qué servicios y prestaciones recibirán los usuarios, con qué frecuencia e intensidad y los plazos para realizar una nueva evaluación que permitan adaptar el Plan de Atención a los cambios experimentados por los usuarios.

 

Derechos del cuidador

Recuerde que los cuidadores tienen los mismos derechos que los demás ciudadanos, pero, además, tienen derechos que se derivan de su situación de cuidadores:


• A dedicar tiempo a ellos mismos sin tener sentimientos de culpa.
• A experimentar sentimientos negativos por ver a su familiar enfermo.
• A solicitar información sobre todo aquello que no comprendan.
• A buscar soluciones a problemas que se ajustan a sus necesidades y a las de sus familiares.
• A ser tratados con respeto por aquellos a quienes se les solicita ayuda.
• A equivocarse.
• A ser reconocidos como miembros valiosos de la familia.
• A ser reconocidos como miembros valiosos de la sociedad.
• A aprender y a disfrutar del tiempo para aprender.
• A expresar sus sentimientos.
• A poner límites a las demandas excesivas.
• A cuidar de su futuro.

 

 

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