Elena Moya, Vocal y coordinadora de relaciones internacionales del Foro Español, participó en el Congreso del European’s Patients Forum 2025 celebrado el 26 y 27 de noviembre.

El primer día del Congreso EPF 2025 se centró en evaluar el estado actual de la resiliencia de los sistemas sanitarios europeos y el papel esencial de las organizaciones de pacientes.

Tras la bienvenida institucional, la conferencia inaugural destacó la urgencia de aprender de la pandemia, subrayando las desigualdades persistentes entre países y la falta de marcos formales que garanticen una participación estructurada y transparente de las organizaciones de pacientes en la toma de decisiones.

La sesión plenaria sobre la recuperación tras la COVID-19 reunió a expertos de la OMS, la Comisión Europea, la comunidad médica y asociaciones de pacientes. Coincidieron en que la recuperación es desigual, la fatiga institucional persiste y la preparación ante futuras crisis sigue siendo insuficiente. También se abordaron los avances y retos en investigación clínica digital y la necesidad de reforzar la coordinación europea. Posteriormente, los talleres paralelos exploraron la resistencia antimicrobiana, la sostenibilidad en los sistemas de salud y la capacidad del presupuesto europeo para impulsar un futuro más resiliente.

La jornada concluyó con un diálogo entre Estados Miembros, donde se presentaron los resultados del “Patient Involvement Barometer”. El informe revela que la mayoría de las organizaciones de pacientes carecen de criterios claros para participar en procesos regulatorios y que existe una dependencia excesiva de expertos individuales.

El día cerró con un mensaje común: fortalecer la resiliencia sanitaria europea exige marcos institucionales sólidos, financiación estable y una participación real, estructurada y equitativa de los pacientes.

La segunda jornada del congreso EPF estuvo dedicada a explorar cómo los sistemas sanitarios europeos pueden fortalecerse desde la innovación, la preparación ante futuras crisis y la visión centrada en el paciente. El día comenzó con las palabras de bienvenida de Borislava Ananieva y Ruth Tchaparian, seguidas de una intervención del grupo juvenil del EPF que volvió a recordar la necesidad de integrar las perspectivas de los jóvenes en todas las decisiones de salud.

La sesión 2, uno de los momentos más potentes del día, reunió a voces influyentes como Lara Bloom, Tomáš Doležal, Marco Marsella y John Soto, con moderación de Katriona Brooksbank. El foco estuvo en cómo repensar la atención en la era de la IA y la salud digital desde una perspectiva profundamente humana. Se insistió en que la tecnología solo aporta valor real cuando reduce desigualdades, facilita el acceso y genera confianza entre pacientes y sistemas de salud.

Tras la pausa, los talleres paralelos abordaron retos clave.

• Workshop 4 analizó la solidaridad y la equidad en respuestas transfronterizas ante crisis sanitarias.
• Workshop 5 reflexionó sobre qué entendemos por “valor” en situaciones de crisis, destacando la importancia de medir impacto más allá de lo económico.
• Workshop 6 se centró en nuevos modelos de precios y reembolso para mejorar el acceso, con representantes de instituciones europeas, aseguradoras y organizaciones internacionales.

Por la tarde, se presentaron los highlights de los talleres, antes del discurso del Comisario europeo Olivér Várhelyi, que subrayó la necesidad de reforzar la resiliencia sanitaria en Europa y avanzar en cooperación entre los Estados miembro. Un dato preocupante fue el 30% de los jóvenes europeos que presentan obesidad o sobrepeso , 20%de los cuales ya sufren diabetes tipo II

La sesión 3, moderada por Valentina Strammiello, amplió este enfoque hacia cómo crear una verdadera cultura de innovación centrada en el paciente, con intervenciones de líderes como Marco Greco, Monica Otto y Steffen Thirstrup.

El cierre del día volvió a dar voz a la juventud, con una intervención inspiradora de Konstantina Boumaki, antes de las conclusiones finales de Marco Greco, presidente del EPF.

La jornada combinó visión estratégica, participación diversa y un ambiente de colaboración, y dejó un mensaje claro: el futuro de la sanidad europea depende de innovar sin perder nunca de vista a las personas que la sostienen y la necesitan.